delorivaxa logotipo delorivaxa

Así empezó todo en delorivaxa

Una tarde de marzo en 2019, tres personas con dolor de cabeza financiero se encontraron en una cafetería de Chamberí. Lo que comenzó como un desahogo mutuo terminó siendo delorivaxa.

De la frustración al método

Nerea trabajaba como consultora en una firma grande. Pasaba horas revisando hojas de cálculo de clientes que, mes tras mes, no entendían por qué su dinero desaparecía. Las plantillas genéricas no servían. Cada negocio, cada familia tenía sus propios agujeros negros financieros.

Iñaki era autónomo y se frustraba cada trimestre cuando llegaba el momento de hacer cuentas. Sabía que gastaba de más en cosas que no necesitaba, pero no encontraba tiempo ni claridad para arreglarlo. Las aplicaciones que probaba eran demasiado complicadas o demasiado básicas.

Telmo había cerrado su primer negocio dos años antes. No por falta de clientes, sino porque nunca supo controlar sus gastos operativos. Esa experiencia le dolía. Quería evitar que otros pasaran por lo mismo.

Espacio de trabajo colaborativo con documentos financieros y café sobre mesa de madera
2019 - El problema

Cuando no sabíamos

Nerea veía clientes desesperados cada semana. Gente con ingresos decentes que llegaba a fin de mes con cero margen.

Suscripciones olvidadas que sumaban 180 euros mensuales sin uso real
Gastos hormiga de cafés y comidas que alcanzaban 350 euros al mes
Compras impulsivas justificadas como "necesarias para el negocio"
Facturas de proveedores que nadie revisaba ni cuestionaba

Lo peor era que la mayoría ni siquiera sabía cuánto gastaba realmente cada mes. Vivían en una niebla financiera constante.

2025 - La claridad

Ahora que entendemos

delorivaxa no hace magia. Simplemente acompaña a la gente mientras descubre dónde se va su dinero. Y luego les ayuda a decidir qué hacer.

Revisiones mensuales de 45 minutos que detectan patrones de gasto invisibles
Presupuestos ajustados a la realidad de cada persona, no a teorías generales
Alertas personalizadas cuando algo se sale del plan acordado
Renegociación de contratos que llevan años sin tocarse

Nuestros clientes actuales no son más disciplinados que antes. Solo tienen mejor información y alguien que les pregunta las cosas correctas en el momento adecuado.

Las personas detrás de delorivaxa

Equipo trabajando en análisis financiero con ordenadores portátiles y documentos
Retrato profesional de Nerea Valverde

Nerea Valverde

Directora de Estrategia Financiera

Lleva más de doce años ayudando a negocios a recuperar el control de sus finanzas. Antes trabajaba en consultoría, ahora prefiere trato directo con gente real.

IL

Iñaki Larrauri

Analista Senior

Es quien detecta esas fugas presupuestarias que pasan desapercibidas en las cuentas mensuales. Le gusta decir que encuentra dinero donde nadie más mira.

TG

Telmo Garate

Consultor de Optimización

Trabaja codo a codo con autónomos y pequeñas empresas. Su experiencia cerrando su primer negocio le enseñó lo que realmente importa en la gestión diaria.

Cómo trabajamos en delorivaxa

Transparencia total

Te mostramos exactamente dónde va cada euro. Sin tecnicismos ni explicaciones vagas. Si algo no se entiende, lo repetimos hasta que quede claro.

Realismo ante todo

No prometemos milagros. Te ayudamos a encontrar mejoras reales según tu situación particular. A veces son grandes, a veces pequeñas. Pero siempre factibles.

Acompañamiento continuo

No te damos un plan y desaparecemos. Revisamos juntos cada mes, ajustamos cuando hace falta, celebramos los avances y resolvemos los obstáculos.

Mesa de reunión con informes financieros y calculadora

Hacia dónde vamos

Durante 2025 y 2026 queremos ampliar nuestro equipo con dos personas más. No porque necesitemos crecer rápido, sino porque hay mucha gente que nos escribe pidiendo ayuda y no podemos atender a todos con la calidad que exigimos.

También estamos desarrollando una herramienta interna que automatiza parte del análisis inicial. No para sustituir las conversaciones personales, sino para acelerar la detección de patrones y dedicar más tiempo a lo que realmente importa: las decisiones.

Lo que no va a cambiar es nuestra forma de trabajar. Seguiremos siendo un equipo pequeño que habla claro, escucha bien y busca soluciones reales para cada cliente. Sin promesas vacías ni fórmulas mágicas.